El tiempo pedagógico, definido y redefinido en función de la centralidad pedagógica en el cotidiano escolar, pone en valor cada escena educativa, y ha caracterizado y fortalecido la identidad de nuestro nivel; también por el trabajo junto a cada grupo de niñas y niños encontrando “lo singular y subjetivo en lo colectivo”, es decir en el respeto por las diversidades y al mismo tiempo, atendiendo las singularidades. Desde esta perspectiva, se promueve que en el Período de inicio, la organización y planificación de la tarea diaria se proyecte en un tiempo pedagógico-didáctico lo más amplio posible cada jornada, atendiendo también a aquellas situaciones singulares.